Un altavoz PA con carga de bocina utiliza tecnología acústica de bocina para maximizar la proyección y eficiencia del sonido, lo que lo hace ideal para espacios grandes o cobertura de audio a larga distancia. La bocina —un dispositivo acústico ensanchado unido al controlador del altavoz— amplifica las ondas sonoras dirigiéndolas en un haz enfocado, incrementando los niveles de presión sonora (SPL) mientras reduce el consumo de energía en comparación con altavoces convencionales. Este diseño permite que el altavoz proyecte audio a mayores distancias (hasta varios cientos de pies) con mínima pérdida de claridad, haciéndolo adecuado para estadios, festivales al aire libre o instalaciones industriales. Las bocinas están ingenieradas con precisión con tasas y longitudes específicas de ensanche para optimizar distintos rangos de frecuencia: bocinas grandes para frecuencias bajas (graves) y bocinas más pequeñas y comprimidas para frecuencias altas (agudos). El controlador (usualmente un controlador de compresión) trabaja en conjunto con la bocina para convertir las señales eléctricas en sonido de manera eficiente, produciendo niveles de SPL superiores a 130 dB en modelos de alta potencia. Su construcción duradera —con bocinas metálicas y carcasas resistentes— asegura longevidad en entornos exigentes, incluido uso al exterior. Aunque los altavoces con carga de bocina destacan en proyección, también mantienen la claridad vocal, lo que los hace efectivos para anuncios así como para música. El hardware de fijación permite una instalación segura en posiciones elevadas, extendiendo aún más la cobertura. Para aplicaciones que requieren máxima alcance y eficiencia, un altavoz PA con carga de bocina ofrece una dispersión de sonido y potencia sin igual.